Cerámica Ctibor, fábrica de
ladrillos huecos fundada en 1905, es un ejemplo paradigmático
del traspaso generacional entre las empresas argentinas,
llegando hoy a su tercera y cuarta generación
con un sostenido crecimiento y liderazgo en el mercado.
El Ing. Jorge Ctibor, presidente de la firma, explica: "Si
bien continuamos siendo una empresa familiar, el directorio
incluye otros integrantes que lo enriquecen en una dinámica
multidisciplinar. A su vez logramos mantener las cualidades
propias de una empresa familia que son la pasión,
la convicción y el compromiso".
Uno
de los ejemplos emblemáticos de empresas
del sector de la construcción que lograron una
continuidad de más de cien años
en manos de la misma familia, es Cerámica Ctibor. Fundada
en 1905, representa una trayectoria ejemplar entre las
grandes industrias del país y tuvo en sus comienzos
un rol fundacional en la construcción de la ciudad
de La Plata. Uno de sus rasgos distintivos es el gerenciamiento
familiar que le ha permitido llegar a la tercera generación,
representada por su actual presidente, el Ing.
Jorge Ctibor, y la cuarta generación en el directorio
de la empresa. La planta está ubicada en el Parque
Industrial de La Plata -en Abasto, Av 520 y Ruta 2 Km.
55- con 26.000 mts2 cubiertos sobre un predio de 5 hectáreas.
Desde
sus orígenes Cerámica Ctibor mantiene
una visión basada en el crecimiento sostenido
y en una búsqueda permanente de nuevos desafíos.
El ingeniero checo Francisco Ctibor, que había
participado en obras tan importantes como la construcción
de la torre Eiffel y el canal de Panamá, llegó al
país buscando otros grandes emprendimientos. Fue
entonces que se presentó y ganó la licitación
de la obra pública para la construcción
del canal de desagües pluviales de la naciente ciudad
de La Plata. Para abastecer a la obra, el ingeniero Ctibor
adquirió una fábrica de ladrillos con el
objetivo de proveer la construcción del túnel
trazado desde la actual calle 66 hasta el río
de La Plata. Así comienza la historia de esta
empresa, que además es una de las primera fàbricas
de ladrillos a vapor que contaba entonces con el novedoso
sistema de Hornos Hoffman que le permitía grandes
producciones para esa época. De esta forma lograron
suministrar a importantes obras en todo el país
como la Catedral de la ciudad de La Plata, los docks
de Puerto Madero y el faro de Cabo Blanco en Santa Cruz.
A lo largo de estos ciento siete años Cerámica
Ctibor se ha ido adaptando tecnológicamente para
las necesidades de un mercado cada vez más demandante.
En la década de 1920 se incorpora un novedoso
producto, el ladrillo hueco, siendo esta empresa pionera
en la adaptación tecnológica para su fabricación.
Desde 1978 el Ing. Jorge Ctibor tomó la dirección
de la empresa representando a la tercera generación
y continuando con el espíritu emprendedor de
su fundador. En el año 1995 tomó una
de las decisiones más importantes que implicaron
la refundación de la firma. Por entonces la
planta estaba instalada sobre camino Centenario en
el barrio de Ringuelet, una zona que ya no era industrial
y con un espacio que no le permitía realizar
los cambios tecnológicos necesarios. "En
ese momento las opciones eran dos: o se cerraba el
negocio para empezar otra actividad o invertíamos
en tecnología y reconvertíamos la empresa
en un nuevo lugar ya que la planta había quedado
encerrada en el casco urbano y no podía expandirse
más", describió el presidente. Fue
por ello que se decidió la mudanza al Parque
Industrial de La Plata para poder tecnificar los procesos.
Actualmente
la empresa cuenta con una planta
totalmente automatizada con tecnología europea de última
generación que le permite el seguimiento de todo
el proceso productivo para mantener standares de alta
calidad. Acorde con su política de mejora continua,
la empresa cumple con las normas
de calidad ISO 9001 y cuenta con un laboratorio
propio, donde realizan ensayos
y controles de todo el proceso productivo. A su vez cuentan
con un departamento de desarrollo
e innovaciones en donde
se realizan las investigaciones para aumentar la productividad
y optimizar los procesos industriales. Actualmente, estas
mejoras le permiten abastecer desde La Plata a un mercado
que va desde la costa atlántica de Buenos Aires
hasta el sur de Santa Fe.
Las claves del traspaso
generacional
El Ing. Jorge Ctibor explica las
bases para el funcionamiento de la empresa: "Si
bien Cerámica Ctibor está signada
por un esquema de dirección familiar, se ha logrado
un alto grado de madurez y organización en un
sistema de management en el que se incluyeron a otros
profesionales en el directorio que se enriquece de una
dinámica multidisciplinar. Aún así la
estructura sigue teniendo las mismas cualidades propias
de una empresa familiar que son la pasión, la
convicción y el compromiso".
La Lic. Eugenia Ctibor, Gerente del Área
de Recursos Humanos y representante de la cuarta generación
en la empresa, agrega: "Nuestra cultura del trabajo
se basa en tres fundamentos que nos enorgullecen: la
confianza para potenciar el aporte entre los equipos
interdisciplinarios, la buena disposición y
cooperación para afrontar los diferentes desafíos
que implican la producción continua y por último,
una comunicación fluida que permita la buena
coordinación de tareas". Cerámica
Ctibor cuenta con una política de recursos humanos
orientada al desarrollo y al crecimiento permanente
de su personal constituido por 110 empleados.
El Museo
del Ladrillo, un aporte a la cultura
Una importante decisión que se tomó en
conjunto entre la tercera y cuarta generación
de la empresa fue poner en valor las oficinas de administración
de la antigua fábrica de ladrillos. Para lograrlo,
se creó la Fundación Espacio
Ctibor desde
la que se trabajó para que en 2009 se inaugurara
el primer Museo del Ladrillo de Argentina. El mismo
fue pensado como un espacio de encuentro entre la sociedad
platense y la universidad, organismos públicos
y privados y las empresas, con la intención
de generar puentes para pensar el desarrollo cultural
de la región. A través de un recorrido
en fotos, objetos y maquinarias antiguas, se pone en
valor la historia de la ciudad y de la fábrica,
pero además se genera un polo de actualización
profesional sobre la arquitectura y las tecnologías
de la construcción.
|