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En Concepción del Uruguay, importantes
edificios de valor patrimonial fueron restaurados
recientemente con revestimientos de Molinos Tarquini.
A fines de diciembre se inauguraron las obras de
refacción y puesta
en valor de la Escuela Normal Mariano Moreno, un vasto
edificio de 1873 -impulsado por la presidencia de Sarmiento-,
que requirió 9.000 m2 de revestimientos cementicios
Línea Restauro de Molinos Tarquini. También
se realizó con productos de la firma el Club Social
y se están terminando las obras de la Basílica
de la Inmaculada Concepción -construida en 1857
por iniciativa del Gral. Urquiza.
Mientras
Concepción del Uruguay fue la
capital de Entre Ríos -hasta el año 1883-,
se erigieron importantes edificios públicos impulsados
por el caudillo local Justo José de Urquiza como
primer presidente constitucional del país, y luego
por el gobierno de Domingo Faustino Sarmiento. Un verdadero
símbolo de la vasta obra educativa de este último
presidente, es la Escuela Normal
de Lenguas Vivas Mariano Moreno, que ocupa un
predio de casi cuatro manzanas urbanas de esa ciudad.
Inaugurada en 1873, fue el más
grande de los establecimientos impulsados por Sarmiento
fuera de Buenos Aires, un plan que incluyó otras
obras de la misma tipología claustral en ciudades
como Paraná y Colón. El edificio alberga
a más de 5.000 estudiantes de toda la región,
desde jardín de infantes a profesorados o terciarios
y durante casi un siglo y medio de vida no había
sido objeto de obras de restauración sustanciales,
que eran requeridas especialmente en sus fachadas exteriores
e interiores. Los trabajos comenzaron en abril de 2011,
encarados a través de CAFESG -Comisión
Administrativa para el Fondo Especial de Salto Grande-,
bajo el marco de la licitación pública
Nª 40/2010, ganada por COPUL -Cooperativa
de Obras y Servicios Públicos Uruguay Limitada-,
siendo representante técnica la Arq. María
Verónica
Arlettaz y director de obra el Ing. Diego Vázquez.
Los trabajos de restauración de ornamentos y revestimientos
cementicios fue encomendada a la empresa representante
de Molinos Tarquini para la provincia
de Entre Ríos,
cuyo titular Jorge Galfrascoli describe:
"Fue una obra muy importante por la vastedad de superficies
implicadas, que totalizaron 9.000 m2 revestimientos cementicios
para lo cual se utilizó la línea
Restauro de Molinos Tarquini, con color
beige según muestra
del color original. Con mano de obra íntegramente
local, se comenzó con trabajos de preparación
de superficies restaurando aproximadamente 5.000 m2 de
revoques interiores y exteriores, y cerca de 200 ornamentos
de estilo italianizante como rosetas y balaustres. Las
obras incluyeron además 13.000 m2 de pintura,
reparaciones de más de 120 ventanas y postigos,
y un importante diseño de iluminación de
fachadas, que realza las fachadas por las noches como
en su estado original y destacando a este verdadero hito
de la ciudad".
También se están terminando
los trabajos de restauración y puesta en valor
del monumento histórico nacional Basílica
Inmaculada Concepción, un magnífico
templo frente a la plaza principal, que había
sido encargado en 1857 por el presidente de la Confederación
Argentina, Justo José de Urquiza, a su arquitecto
dilecto, el italiano Pedro Fossati -también responsable
de los palacios San José y Santa Cándida-.
Esta obra del Gobierno de la Provincia de Entre Ríos,
a través de la Secretaria de Obras y Servicios
Públicos y la Subsecretaría de Arquitectura
y Construcciones, tuvo la dirección del Arq. Miguel
Alegre por el Obispado de Gualeguaychú y está siendo
ejecutada por la empresa constructora Traza SA. La restauración
de revestimientos fueron subcontratados a la empresa
representante de Molinos Tarquini, de Jorge Galfrascoli,
a cargo de los trabajos en la fachada -de columnas corintias
y frontis de estilo neorrenacentista-, así como
en sus interiores -con planta en cruz latina, tres naves
y cúpula sobre el crucer. También se incluye
el mausoleo que guarda los restos del general Justo José de
Urquiza, inspirado en el que contiene los restos de Napoleón
Bonaparte. Se aplicaron productos de la Línea
Restauro y en la fachada se analizó el color
original en la paleta de los rojos -en el laboratorio
de color de Molinos Tarquini-, que era el símbolo
cromático
tradicional aplicado tanto en los edificios como en los
uniformes de las tropas de Urquiza. El Ing.
Carlos Tarquini destaca una anécdota
que refleja la pasión
y visión empresarial de Molinos Tarquini en el
desarrollo de productos para restauración: "En
la formulación de los revestimientos de la Basílica
se planteó el desafío de la máxima
fidelidad con los colores y texturas originales y por
ello se encaró una investigación del origen
de los materiales con los que fue construida. Nello Tarquini
encontró una cantera abandonada de donde se habían
extraído esos materiales y se logró hacer
la extracción para luego molerla, clasificarla
y acondicionarla especialmente para estos revestimientos".
Por último, los productos de Molinos Tarquini
están presente en la restauración
del frente del tradicional Club Social de la ciudad, que hoy luce
con el aspecto de su fachada estilo Art Deco original
de 1903, con un revestimiento simil
Piedra París ejecutado por la empresa de Jorge Galfrascoli. Cabe destacar
que otra obra de gran valor patrimonial en la ciudad,
el Colegio Nacional Justo José de Urquiza, erigido
por iniciativa del caudillo local por 1849, espera una
próxima restauración –la última
refacción y ampliación data de de 1942-.
Este edificio vecino a la basílica y frente a
la plaza principal, ya tuvo pruebas y cateos para preparar
los próximos trabajos que permitan recuperar otro
importante hito patrimonial de la ciudad entrerriana.
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