La madera es uno de los materiales
más antiguos utilizados en la construcción.
Es
versátil, noble, relativamente económico,
genera calidez y posee una belleza natural innegable.
Se
usa para aberturas, pisos, barandas, estructura de techos,
como revestimiento en muros, deks, escaleras,
muebles, etc.
Es un material que se trabaja con facilidad,
tiene buena resistencia mecánica y es además
aislante térmico y acústico.
Requiere de
un proceso industrial muy simple y llega a nuestras manos
con un cierto estacionamiento y libre de humedad.
Pero
todas estas propiedades pueden desaparecer si no la protegemos
con distintos productos, diseñados
para mantenerla a salvo de agentes agresivos como el
sol y la lluvia, los insectos que la tienen por alimento,
la suciedad ambiental, etc.
La oferta de estos materiales
es más que abundante
y a veces algo confusa, por lo que a continuación
se describirán en forma simplificada:
En primera
instancia, la madera virgen debería
ser saturada con preservadores de doble función
(insecticida y funguicida).
De esta forma, anulamos
la posibilidad de ataques biológico en forma muy
duradera.
Tratamiento de maderas para exteriores
Cuando se expone la madera a la intemperie, podemos
optar por lacas, barnices o impregnantes
protectores.
Las lacas y los barnices forman
una película
externa brillante y cerrada sobre la superficie de
la madera, y si no se toman ciertos cuidados
durante la aplicación pueden desprenderse con el correr
de los años, perdiéndose la protección
buscada.
Los impregnantes en cambio (llamados
genéricamente lasures o stains)
logran una protección más
natural penetrando en la estructura de la madera
y dándole una protección desde su interior,
con brillo más discreto.
Todas estas variantes se superan permanentemente
aumentando la calidad y cantidad de filtros solares,
por lo que
son igualmente recomendables.
Tratamiento de maderas
para interiores
En interiores es más sencillo porque los agentes
que agreden la madera son mínimos. Los laqueados
o barnizados pueden ser satinados o de acabado mate.
Los pisos pueden ser plastificados luego de ser pulidos
con una durabilidad que llega a los 10 años, casi
sin mantenimiento.
Debemos agregar que todos los productos
mencionados tienen hoy su presentación en base
acuosa, además
de las clásicas variantes en base solvente.
Puede parecer una contradicción el proteger
maderas con productos "al agua", pero
realmente constituyen una alternativa práctica
y efectiva ya que secan
en menos tiempo, no necesitan solventes para su aplicación,
no emiten olores irritantes y tienen un costo equivalente
a sus antecesores.
Por supuesto, la madera también
puede pintarse con esmaltes cubritivos con color, pero
insistimos en
la aplicación de productos transparentes
(incoloros o con tonalidades) para dejar siempre a la vista la belleza
de las vetas y nudos que caracterizan a este material.
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