Actualmente, muchos arquitectos se hacen la misma pregunta: ¿cuánto va a costarme una impresora 3D en mi estudio? Pero creo que la pregunta está mal formulada, ya que la pregunta adecuada sería: ¿cuál es su rentabilidad?

Muchos expertos en economía piensan que el valor añadido de contar con modelos impresos en 3D se encuentra en la capacidad de comunicar una idea. Es decir, al contrario de lo que pueden pensar muchos, la valía de un modelo va mucho más allá del coste económico de dicho prototipo.

Los prototipos impresos en 3D se utilizan para multitud de propósitos dentro de un estudio de arquitectos, desde probar diferentes soluciones de diseño hasta vender la idea a sus clientes. De este modo, los modelos son de vital importancia para permitir a los clientes visualizar versiones completas de los proyectos propuestos.

La siguiente duda que asalta a cualquier arquitecto es: " ¿Qué software usas?". La mejor respuesta es no limitarse a una sola solución aunque siempre tenemos nuestras preferencias.
Al igual que todo estudio de arquitectos, la mayoría de nuestro trabajo se realiza a través de ordenadores.

En Rietveld, usamos ArchiCAD de Graphisoft. ArchiCAD es lo que se conoce como un "Modelo de Información de Edificios". Esto significa que el modelo se realiza a través de una base de datos que contiene información geométrica así como no geométricas del diseño.

Actualmente, los diseños los realizamos en 3 dimensiones y los avances en software han logrado que esto sea mucho más fácil. Esto, nos ha ayudado mucho a la hora de crear presentaciones en 3D para nuestros clientes aunque en este campo, todavía queda mucho camino que recorrer.

En nuestras oficinas, cuando empezamos un proyecto, la geometría básica se redacta en líneas 2D en ArchiCAD. Esta geometría nos sirve como base para todos los modelos de computadora en 3D que se pueden hacer, ya sea para dibujos en 2D, representaciones 3D o un modelo de impresión 3D.

Para el modelo de impresión 3D, nos gusta utilizar SketchUp. Este programa aparentemente básico, es en realidad muy adecuado para la impresión en 3D. La geometría se crea de manera muy simple y limpia. Las malas impresiones son generalmente causadas por una mala geometría.

Una vez que el modelo está completo, se exporta a Rhino donde aplicamos algunas texturas a las superficies. Hacemos esto porque, a veces ciertas superficies no se exportan o se suprimen accidentalmente en SketchUp y Rhino tiene plugins para detectar estos "bordes desnudos".

Una vez que el modelo se hace en Rhino se exportar el modelo como un archivo "stl". Este archivo se importa al software de la impresora 3D, que se encargará de la impresión real del modelo en 3D.