Espacio Cafetero (Chihuahua, México) por MCH Estudio. Ubicado en un inmueble patrimonial de inicios del siglo XX, este proyecto representa un puente entre el pasado y el presente, una fusión excepcional entre la historia y la modernidad. La restauración del edificio, catalogado como patrimonio histórico, se llevó a cabo con un enfoque en la preservación de sus elementos arquitectónicos originales, rescatando detalles que cuentan historias de épocas pasadas y permitiendo que su esencia siga viva.
En el corazón de la ciudad, este espacio ha sido transformado en un lugar donde el café no solo se degusta, sino que se experimenta y se vive. Más que una simple cafetería, es un homenaje a la tradición y la contemporaneidad, un punto de encuentro donde el aroma de los granos tostados se funde con la riqueza histórica del inmueble y la calidez de su diseño.
Concebido para devolver vitalidad al centro urbano y desafiar la creciente desconexión con estos espacios, el estudio diseñó una reforma que reinterpreta el pasado sin perder su autenticidad, ofreciendo un ambiente de introspección, convivencia y descubrimiento.
El recorrido inicia en el alma del proyecto: un tostador de café que, además de ser una pieza clave en la producción, se convierte en un símbolo del proceso artesanal que define el carácter del espacio. A su lado, el laboratorio de experimentación se presenta como un escenario de alquimia, donde baristas y expertos perfeccionan recetas y exploran nuevas formas de extraer la esencia del café.
Finalmente, la experiencia se completa en el área de degustación, un ambiente cálido y envolvente donde los visitantes pueden saborear el resultado de este meticuloso proceso. Cada uno de estos espacios se entrelaza de manera armónica, permitiendo que los clientes no solo disfruten de una bebida, sino que sean testigos del viaje que sigue cada grano, desde su tueste hasta la taza.
En lugar de imponerse sobre su historia, el diseño abraza el pasado, restaurando cuidadosamente elementos originales como los lambrines de madera y los marcos de cantera.
Estos detalles, combinados con mobiliario contemporáneo de fabricación artesanal y materiales como madera, metal y textiles, generan un diálogo armonioso entre lo antiguo y lo nuevo. La intervención no busca simplemente renovar un edificio, sino resignificarlo, integrando elementos modernos sin perder su identidad.
Más allá de su valor estético, esta transformación representa una apuesta por la revitalización del centro urbano, fomentando la apropiación del espacio y fortaleciendo el sentido de comunidad.
En un momento en el que las ciudades han privilegiado la movilidad sobre la habitabilidad, este proyecto demuestra que el diseño puede ser una herramienta poderosa para reconectar a las personas con su entorno. Aquí, entre el aroma del café recién tostado y la calidez de un espacio cuidadosamente restaurado, los visitantes encuentran un refugio donde el tiempo se desacelera y la historia se saborea en cada sorbo.
Ficha técnica
Nombre: Espacio Cafetero
Ubicación: Chihuahua, México
Oficina: MCH Estudio
Arquitecto a cargo: Mauricio Cervantes
Proyecto Ejecutivo: Grupo Integral de Arquitectura A100
Tipología de proyecto: Interiorismo y Restauración
Superficie construida: 434 m2
Año: 2023-2025
Fotografías: César Belio
Contacto
Instagram: @mch_estudio
English version
Espacio Cafetero
Located in a heritage building from the early 20th century, this project serves as a bridge between past and present, an exceptional fusion of history and modernity. The restoration of the building, recognized as a historical landmark, was carried out with a focus on preserving its original architectural elements, rescuing details that tell stories of bygone eras and allowing its essence to remain alive.
In the heart of the city, this space has been transformed into a place where coffee is not only tasted but also experienced and lived. More than just a café, it is a tribute to tradition and contemporary culture, a meeting point where the aroma of freshly roasted beans blends with the rich history of the building and the warmth of its design.
Conceived to breathe new life into the urban center and challenge the growing disconnect with these spaces, the studio designed a renovation that reinterprets the past without losing its authenticity, offering an atmosphere of introspection, connection, and discovery.
The journey begins at the soul of the project: a coffee roaster that, beyond being a key element in production, stands as a symbol of the artisanal process that defines the character of the space. Adjacent to it, the experimentation lab serves as an alchemical stage where baristas and experts refine recipes and explore new ways to extract the essence of coffee.
Finally, the experience culminates in the tasting area, a warm and immersive environment where visitors can savor the result of this meticulous process. These spaces intertwine seamlessly, allowing guests not only to enjoy a beverage but also to witness the journey each bean takes, from roasting to cup.
Rather than imposing itself on its history, the design embraces the past, carefully restoring original elements such as wooden paneling and stone-carved frames. These details, combined with handcrafted contemporary furniture and materials like wood, metal, and textiles, create a harmonious dialogue between old and new. This intervention is not just about renovating a building but about redefining its meaning, integrating modern elements without losing its identity.
Beyond its aesthetic value, this transformation is a commitment to the revitalization of the urban core, encouraging the community to reclaim the space and fostering a stronger sense of connection. At a time when cities have prioritized mobility over livability, this project demonstrates that design can be a powerful tool to reconnect people with their surroundings.
Here, among the aroma of freshly roasted coffee and the warmth of a thoughtfully restored space, visitors find a refuge where time slows down and history can be savored in every sip.