La evolución del ladrillo para una construcción sustentable

Durante el primer día de la Bienal de Arquitectura Argentina (BIA-AR), el Grupo UNICER fue parte del segmento de sustentabilidad física y social. La arquitecta Sandra Amerise, responsable del Departamento de Sustentabilidad del Grupo, dio una charla sobre qué significa la construcción sustentable.

La edición 2018 de la Bienal de Arquitectura Argentina comenzó el pasado martes 9 de octubre en el teatro San Martín, con una agenda de invitados nacionales e internacionales que expusieron sus proyectos y ofrecieron conferencias para los asistentes. Entre ellos, la arquitecta Sandra Amerise, miembro del Grupo UNICER, expuso acerca de la importancia de la construcción sustentable para una vivienda sana. Además, entregó el premio a la Sustentabilidad Física y Social a los arquitectos que llevaron a cabo la puesta en valor y re funcionalización del ex molino Marconetti, en la Ciudad de Santa Fe.

¿A qué apunta el mercado nacional hoy con la evolución del ladrillo? “Sabemos que indefectiblemente, el ladrillo tenía que evolucionar a nuevas tecnologías, entonces nosotros también reconvertimos nuestras fábricas permanentemente”, explicó la arquitecta. Y agregó: “Tomamos la posición de seguir fortaleciendo la labor de los arquitectos con los ladrillos, entonces trabajamos para una construcción sustentable, ágil y respetuosa de la diversidad climática, social y cultural. Esto no debe ser sólo una cuestión económica, sino que debemos creer viviendas sanas y confortables”.

El trabajo del Grupo UNICER, que nuclea a seis empresas (Later-Cer, Cerámica Quilmes, Palmar, Cerámica Cunmalleu, Cerámica Fanelli y Cerámica Rosario), se refleja en el compromiso con la calidad de la construcción para generar una vivienda sana. Sobre este concepto, Amerise presentó las características de este tipo de construcciones y cómo se realiza a partir de los materiales adecuados, como los ladrillos cerámicos que fabrica UNICER.

“Lo que entendemos por vivienda sana no tiene que ver sólo con confort, sino que es un tema de salud real, de tener las mejores condiciones en una vivienda, con ahorro energético, un origen natural, resistencia al paso del tiempo, al fuego, al agua, y a una prestación que tenga costo-beneficio”, explicó Amerise.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existe un síndrome que se denomina “Síndrome de Edificio Enfermo”: es la existencia de síntomas en un conjunto de personas, dada por las condiciones del edificio en el que se encuentran. Los problemas de salud que aparecen asociados con la vivienda son alergias, náuseas, asma y otros trastornos respiratorios. Los ladrillos cerámicos son, entre otros, algunos de los materiales clave y de calidad para evitar este problema.

Lo que hace la diferencia en este proceso, según Amerise, son las celdas que desarrolló UNICER en sus ladrillos. “Todas las celdas permiten aislación térmica y acústica utilizando sólo aire”, señaló la arquitecta. Además, hay ladrillos que son encastrables, lo cual permite una muy fácil construcción, que cumple con las normas y leyes correspondientes, probados por el INTI y ajustados a normas IRAM.

Para cumplir con estas premisas, lo que hace el Grupo UNICER son distintas líneas de ladrillo que colaboran con la eficiencia energética y la salud. “Desarrollamos productos con distintas líneas para que se adapten a cada parte de la construcción”, destacó Amerise.

Entre los productos innovadores están los ladrillos cerámicos termoeficientes. Existen dos líneas: los Doble Pared, especiales para cerramiento, y los del Sistema Constructivo Sustentable Klima, que son portantes. Estos ladrillos tienen un coeficiente energético muy bajo (0.75 y 0.60, respectivamente), lo cual determina la calidad del producto con respecto a la energía que consume. Cuanto menor el número, mayor capacidad de eficiencia energética.

Hay tres medidas de ladrillos Doble Pared (20x18x33, 24x18x33, 27x18x33) que son especiales para paredes de cerramiento exterior. En cuanto a la Línea Constructiva Sustentable Klima, para paredes portantes y cerramientos exteriores, existen cuatro tipos: los ladrillos Klimablock (27x19x20 y 27x25x20), el dintel (27x19x25) para las aberturas superiores entre ventanas o puertas y los muros, y el de columna (de 13,5x19x33,5 cm).

“Creemos que realmente se puede hacer un producto que pueda colaborar con todo lo que estamos presentando en una Bienal, que no solo tiene que ver con un buen diseño, sino con una buena tecnología constructiva, con una buena elección de los materiales”, opinó Amerise. Y concluyó: “Es importante saber que no todos los materiales, por sí solos, cumplen con estos requisitos. Desde UNICER, intentamos tener el mayor abanico de posibilidades para enfrentar todos los retos que tiene la construcción, no sólo particular sino a nivel pública y social también”.

Acerca del Grupo UNICER
UNICER es un grupo nacional conformado por seis empresas fabricantes de ladrillos cerámicos, creado en 1995, con la misión de ofrecer a sus clientes un servicio de excelencia a nivel integral. Su principal compromiso se basa en la concientización de un sistema constructivo eficiente que pondere la innovación y la calidad del ladrillo cerámico. La ubicación estratégica de cada planta industrial responde a una extensa red de distribución comercial, para satisfacer la demanda del producto a lo largo y a lo ancho del país. Se trata de las firmas Later-Cer (Pilar), Cerámica Quilmes (Quilmes), Palmar (Córdoba), Cerámica Cunmalleu (Rio Negro), Cerámica Fanelli (La Plata) y Cerámica Rosario (Rosario).



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