La Sociedad Central de Arquitectos junto con la empresa Hunter Douglas iniciaron el “Ciclo de Mesas Redondas SCA-Hunter Douglas” con el encuentro titulado “Arquitectura sustentable en Argentina 2014”. El encuentro se realizó en la sede de la institución y contó con una excelente convocatoria de más de veinte calificados profesionales y empresarios.
“Arquitectura sustentable en Argentina 2014” fue el título del primer encuentro en el “Ciclo de Mesas Redondas SCA-Hunter Douglas” y permitió generar un valioso espacio para debatir y responder interrogantes clave de la arquitectura en la actual coyuntura energética. El debate fue conducido por Oscar Tojo, Gerente General de Hunter Douglas Argentina, y en nombre de la SCA, las arquitectas Alicia Baena y Graciela Brandariz. Contó con la participación de una veintena de destacados referentes de las principales desarrolladoras inmobiliarias del país, de grandes estudios de arquitectura, expertos internacionales en certificaciones e investigadores académicos.
¿Por qué desarrollar obras sustentables en la Argentina actual? Respondieron los empresarios desarrolladores inmobiliarios, formadores de opinión de la cadena de valor. El Ing. Pablo Kiesel, Gte. Comercial de RAGHSA, se refirió a la experiencia de la compañía, pionera en obtener una certificación LEED -con el edificio Madero Office-: “Un edificio sustentable otorga ventajas al locatario, tales como costos operativos más acotados, un mejor ámbito de trabajo y una manera más eficiente de operación dentro de nuestros edificios”.
El Arq. Luciano García Sáez -Gte. de producto y arquitectura de TGLT-, agregó: “Todavia faltan políticas a nivel institucional y gubernamental, con beneficios impositivos. En viviendas multifamiliares no hemos tenido grandes avances en arquitectura sustentable, porque consideramos que este mercado aún no está lo suficientemente maduro en Argentina. Los altos costos adicionales, especialmente con certificación LEED, no se perciben como beneficios en el público”.
El Arq. Jorge Mandachain -Gte. de Construcciones de IRSA- completó: “La gestión de certificaciones de sustentabilidad que comenzamos en el negocio agropecuario está pasando a edificios de nuestras operaciones, como los shoppings, pero somos cautos para no enrolarnos en una bandera verde marketinera”.
Danilo Antoniazzi -Gte. Gral. de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos, CEDU- agregó: “Desde hace más de cinco años, la CEDU ha abrazado el tema de la sustentabilidad, tanto en lo que refiere a la construcción, como en lo social, buscando interesar a nuestros socios en el tema, con respuestas muy interesantes que nos permiten observar un cambio importante en toda la cadena de valor”.
Participaron también profesionales representantes de grandes estudios, especializados o no en esta temática pero con obras en desarrollo de certificación. El Arq. Augusto Penedo -socio del estudio Urgell/Penedo/Urgell- avivó el debate al referirse a la inquietud de muchos estudios por los sobrecostos de la arquitectura sustentable: “Hay una visión creciente de agregar valor, si bien la ecuación costo/beneficio en ahorro energético, aún con la inminente suba de tarifas, no es suficiente para afrontar los altos costos de construir en forma sustentable. La gestión de la certificación, según los especialistas, incrementa en un 7% aproximado el valor de obra, pero para adecuarse a las más altas exigencias de LEED, la arquitectura llega hasta cierto punto y luego hay que seguir invirtiendo con tecnología, lo cuál lleva a incrementos de hasta un 10 o 15%”.
Replicó el Arq. Andrés Schwarz, LEED AP: “No imagino un proyecto con 15% de sobrecosto. Como asesor del Comité Internacional de HSBC, por ejemplo, tuve la oportunidad de certificar en Argentina dos edificios para dicha empresa bancaria, con sobrecostos del 1% para certificar Gold en la sede Lezama y de un 5% en San Isidro, que fue Silver. Por lo que los valores que superan el 7% me asustan y entiendo que el rango promedio de variación es entre 3 y 5%”.
El Arq. Leo Lotopolsky aportó su valiosa visión como titular de un gran estudio internacional -POINT- y de experto con acreditación profesional LEED AP, siendo además cordinador del Posgrado y del Centro de Diseño Sustentable en la Universidad de Palermo: “Cuando se habla de sobrecosto de la arquitectura sustentable, incluyendo o no la gestíon de certificación, el valor depende de la línea de base de costo desde la cual se trabaje, o sea, del standard de construcción, que deberia abarcar todas las prerrogativas que un arquitecto pueda tomar desde el punto de vista de diseño para que esa obra tenga las mejores prácticas desde el concepto medioambiental. Si se habla de un edificio de oficinas Triple A, por ejemplo, posiblemente el paso a la certificación no tendrá un sobrecosto”.
El Arq. Guillermo Brunzini -Socio del Estudio BAAS y profesional LEED AP- coincidió: “En la actualidad estamos trabajando con seis proyectos de certificación LEED que suman 160.000 m2. Promediando valores de estas experiencias concretas, no creo que el sobrecosto llegue al 7%, siempre que se comience el proceso de diseño con una visión sustentable. Aún más, si no se aspira a una certificación elevada, no creo que haya incrementos de valor, de acuerdo a la experiencia que estamos teniendo hoy”.
El debate se fue focalizando en la cuestión sobre el alcance de las certificaciones. El Arq. Lucio Neumann -titular de Neumann Kohn, expresó: “Creo que deberíamos cambiar de eje en esta discusión, ya que cuando hablamos de certificación, es la manifestación formal de algo que si no es una convicción genuina no tendría el menor objeto. Creo que los arquitectos debemos discernir desde el comienzo si hablamos de la formalidad de la certificación o la convicción de que debemos disminuir el impacto de los edificios en el medio ambiente y en este último caso, la responsabilidad es nuestra como proyectistas”.
El Arq. Santiago Falcone, integrante del mismo estudio, completó: “Hay que plantearse no generar ningún impacto ambiental con nuestros edificios, más que como reducirlo. Hay que ir mas allá de los sistemas de certificación, salir del debate de costos e ir al enfoque realmente sustentable de la preservación y el mantenimento de recursos cada vez más escasos para generaciones futuras”.
La Arq. Graciela Brandariz -de la Subcomisión de Medio Ambiente de la SCA-, introdujo el concepto de la importancia de concientizar sobre esta problemática a la sociedad argentina: “Falta instruir al público en general, que desconoce la destrucción ambiental que generan los edificios. Necesitamos formación e información sobre temas sustentables, que actualmente es menos que básica. El cliente puede ser más o menos sofisticado, pero debe haber un público que valore y reconozca cada vez más ese plus de la sustentabilidad”.
Completando este concepto, agregó Marcelo Glass, Gte. de Producto de Hunter Douglas Argentina: “Conocimos varios casos donde la intención de certificar LEED quedó por el camino, a pesar del esfuerzo de sus arquitectos, pero es el comitente quien toma la última decisión, en función de sus costos y beneficios”.
La ecuación entre diseño y materiales
Oscar Tojo, Gerente General de Hunter Douglas Argentina, agregó su visión de empresario industrial: “Soy escéptico en cuanto a la velocidad con que evolucionará el desarrollo de los edificios sustentables en nuestro país, dado que hay un tema anterior que es preocupante: la casi imposibilidad de sostener una especificación técnica en el proceso del diseño a la obra. Solo se avanzará en el tema de certificación cuando haya procesos mas estrictos, como sucede en Chile, donde lo que se proyecta se respeta y se termina construyendo. Aquí es difícil encontrar un edificio que no tenga cambios de especificaciones”.
La Arq. María Dujovne, titular del estudio Dujovne Hirsch, destaca: “Hay que participar desde el origen de donde se generan los standares, sino no podremos cumplirlos, por ello estoy trabajando desde CPAU y desde las comisiones de IRAM, porque son los que están regulando la profesión en relación a esta temática”.
El Arq. Nick Wenzkees, titular del estudio de arquitectura sustentable Jasper Architects and Associates, aportó la visión internacional: “En Alemania el tema ya es indiscutible e incluso las certificaciones son herramientas que allá agregan valor para optimizar procesos de construcción”. También se refirió a un interesante proyecto de su estudio, de impulsar una certificación argentina en base a la normativa del Sistema Alemán de Certificación de Construcción Sustentable -DGNB-, para obtener una certificación adaptada al mercado local.
El Arq. Julián Evans, jefe de proyectos en Corporación América e Investigador en CIHE (Centro de Investigación Hábitat y Energía), aportó su visión: “Prima un estigma de que la arquitectura sustentable es más cara y desde la enseñanza en el posgrado de la FADU intentamos transmitir que no es así, si se inicia en el diseño. Y es carisima si no lo contempla, ya que un edificio mal orientado es muy costoso por la solución que hay que aplicar después para mitigar los impactos negativos”.
La Arq. Romina de Juana, profesional LEED Green Associates e integrante del equipo de Hunter Douglas Argentina, expresó: “La empresa desarrolla productos como parasoles y revestimientos para la arquitectura sustentable, donde hay mucho desconocimiento hoy en día por parte de los profesionales sobre sus beneficios concretos. Nuestra responsabilidad es que haya un conocimiento desde el principio del proceso de diseño, ya que muchas veces nos llega un proyecto que está muy avanzado y no es energéticamente sustentable”.
La Arq. María Lambach, gerente de proyectos de Hunter Douglas Argentina, agregó: “Los proyectistas tienen que volver a ver un poco atrás, trabajar desde el diseño y que los materiales sean un aporte más, no la solución. El camino más eficaz es por el diseño”.
El debate reflejó también la posición de algunas empresas comprometidas con el medio ambiente. El Arq. Juan González Calderón -presidente de la Sociedad de Arquitectura Sustentable, director de On Arquitectura y titular de CIH Soluciones Ambientales- estuvo involucrado en la obra de Tetra Pak, junto al Ing. Armando Chamorro. Explicó Calderón: “Se generó un proceso desde el diseño, a través de un concurso privado donde se incorporó la obligación de cumplir con parámetros ambientales específicos. Se incorporaron desde el diseño tecnologías muy accesibles, como parasoles con placas producidas con envases de Tetra Pak o un estudio en túnel de viento. Como resultado, la ética y la estética ambiental se ven reflejadas en una intención de diseño. Tetra Pak está certificando en categoria Gold”.
El Arq. Pablo Swiecicki, Director Gral. en ESARQ | Estudio Swiecicki Arquitectos, expuso que están desarrollando 11 obras con certificación LEED y se refirió a la experiencia con uno de sus principales clientes, OSDE: “Creo que el compromiso con el medio ambiente es un valor genuino y tiene correlato inmediato con la economía. Con los clientes siempre terminamos concluyendo que el incremento es un tema financiero. Pagar hasta un 7 % más por una obra que dará beneficios el resto de la vida útil, económicamente es viable”.
Tendencias de crecimiento y conclusiones
Respecto a la posibilidad de que el mercado de la construcción sustentable siga creciendo en Argentina, Danilo Antoniazzi completó: “Hay un gran mercado potencial de crecimiento para todos, quien construye, los desarrolladores, el profesional, quienes producen materiales para la construcción. Se debe instalar el tema en la gente, comunicar y generar conciencia”.
Oscar Tojo concluyó: “El nuevo contexto de quita de subsidios y la necesidad de ahorro de energía que está llegando a la Argentina, dará un gran impulso a la arquitectura sustentable y al desarrollo de materiales, como por ejemplo, parasoles que mitigan las ganancias de temperatura en el interior de los edificios”.
El debate “Arquitectura sustentable en Argentina 2014” se convirtió en un valioso y necesario encuentro de la cadena de valor de la arquitectura sustentable, con los verdaderos formadores de opinión que pudieron reflexionar sobre el rumbo hacia donde va este tema de importancia creciente en la coyuntura energética y ambiental de nuestro país. Hubo un gran interés reflejado en la convocatoria y el compromiso de participación por parte de instituciones como SCA y CEDU, desarrolladores, expertos en certificación, arquitectos y proveedores representados por la empresa Hunter Douglas -que provee insumos clave como parasoles y revestimientos de fachadas, así como cortinas y toldos-.
Acerca de Hunter Douglas
Hunter Douglas es el líder mundial en cortinas, persianas y toldos y uno de los mayores fabricantes de productos para la arquitectura. Hunter Douglas tiene su casa matriz en Rotterdam, Holanda. Con casi un siglo de historia y presente en más de 100 países, ofrece al mercado infinidad de soluciones, reafirmando sus valores de innovación, diseño, tecnología y alta calidad. Cabe destacar la invención, en 1946, de las famosas persianas horizontales de aluminio. Cuenta con una trayectoria de más de 15 años en el mercado argentino. Hunter Douglas Argentina posee una planta industrial para el ensamble de cortinas, persianas y toldos en la localidad de Villa Martelli, Provincia de Buenos Aires. Tiene dos líneas de productos: Cortinas, Persianas y Toldos y Productos arquitectónicos -cielorrasos metálicos, cielorrasos de fibra mineral, fachadas ventiladas NBK y paneles translúcidos 3Form-. A partir de la adquisición de la empresa Phonex, HunterDouglas Argentina comienza una nueva etapa de fabricación nacional de productos arquitectónicos.
Más información
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