Trenta Tres – Arroz para llevar / Pablo Muñoz Payá Arquitectos

Trenta Tres – Arroz para llevar (Petrer, Alicante, España) por Pablo Muñoz Payá Arquitectos. Por todo el Mediterráneo lucen decenas de cúpulas y tejados que brillan tamizados por la luz y destellan los azules del mar con su cerámica. Hace casi cien años se bautizó como “la magdalena de Proust” al momento en el que una percepción evoca un recuerdo. Un efecto que surge inevitablemente al entrar a Trenta Tres, el local de arroces para llevar reformado en Petrer.

El proyecto ocupa un local en planta baja ubicado en la avenida de Madrid, la principal intersección -y la calle más ancha- entre la conurbación de Elda y Petrer. El programa se reparte en los 72,67 m2 del local, entre el mostrador público donde encargar y llevar los tradicionales arroces y la cocina reservada para el equipo de Trenta Tres.

La iluminación y el acabado de los materiales ya adelanta a pie de calle el atractivo de un diseño que conjuga modernidad y tradición. Sobre un panel de cerámica blanca, a juego con el interior, luce el rótulo del local en azul. Unas tiras de luz longitudinal iluminan los paramentos, invitando a entrar directamente al mostrador con el paso marcado por dos mesas alargadas.

Con un diseño económico y artesanal, incluso las mesas se han diseñado a propósito para el local, usando madera de roble con un sistema artesanal de chapa de acero lacado en blanco. Una pared azul a mano izquierda y la pared blanca a la derecha recuerdan a la “magdalena de Proust” con una cerámica esmaltada diseñada en Castellón.

El característico relieve y volumen de la pieza no sólo recuerda a las típicas tejas, sino también a las olas del mar bailando con la luz. Detrás del mostrador, el fondo del área pública está rematada por una pared de mampostería, una técnica tradicional de colocación de piedras provenientes de Bateig, una cantera cercana a Petrer. Picada y colocada a mano, la piedra de Bateig conjuga con el suelo de apariencia de barro cocido y aporta claridad a la perspectiva del local.

Unas jardineras que flanquean el mostrador aportan el toque de frescor al local, para el que se han escogido especies como el ave del paraíso gigante (Strelitzia augusta) y palmas arecas (Dypsis lutescens). Para aumentar la sensación de amplitud, se han alternado sus alturas que invitan a mirar al techo. Un entramado de cuerdas de yute, al estilo de las maromas de barco, cruzan el falso techo para aumentar la calidez del local con una solución sencilla pero efectiva.

Ficha técnica
Nombre: Trenta Tres – Arroz para llevar
Ubicación: Petrer, Alicante, España
Arquitectura: Pablo Muñoz Payá Arquitectos
Diseño interior: Pablo Muñoz Payá Arquitectos
Equipo de proyecto: Sonia García Pérez, Pablo Marcos Vila, Raquel Miralles Pérez, Gemma Rincón del Río
Diseño corporativo: LaVaché
Fecha de inicio: mayo 2020
Fecha de finalización: junio 2020
Superficie: 72,67 m2
Fotografía: Pablo Muñoz Payá

Contacto
https://www.munozpaya.com

English version

Architecture to weave the Mediterranean

Throughout the Mediterranean there are dozens of domes and roofs that shine filtered by light and the blue of the sea flashes with ceramics. Almost a hundred years ago, the moment in which a perception evokes a memory was baptized as “Proust’s Madeleine”. An effect that inevitably arises when entering Trenta Tres, the renovated takeaway rice place in Petrer.

The project occupies a ground floor located on Avenida de Madrid, the main intersection -and the widest street- between the Elda and Petrer conurbation, near Alicante. The program is spread over the 72.67 m2 between the public counter where the traditional rice dishes are ordered and delivered and the kitchen reserved for the Trenta Tres team.

The lighting and the finishing of the materials already advance at street level the appeal of a design that combines modernity and tradition. On a white ceramic panel, to match the interior, the store’s label is displayed in blue. Longitudinal strips of light illuminate the walls, inviting you to enter the counter directly with the passage marked by two elongated tables.

With an inexpensive and handcrafted design, even the tables have been designed on purpose for the takeaway, using oak wood with a handcrafted system of white lacquered sheet steel. A blue wall on the left and a white wall on the right are reminiscent of Proust’s “madeleine” with glazed ceramic designed in Castellón.

The characteristic relief and volume of the piece not only recalls the typical tiles, but also the waves of the sea dancing with the light. Behind the counter, the back of the public area is topped by a masonry wall, a traditional stone-laying technique from Bateig, a quarry near Petrer. Chopped and laid by hand, the Bateig stone blends with the terracotta-like floor and brings clarity to the perspective of the takeaway.

Planters that flank the counter add a touch of freshness to the place. For this, species such as the bird of paradise (Strelitzia augusta) and areca palms (Dypsis lutescens) have been chosen. To increase the feeling of spaciousness, their heights are alternated to invite you to look at the ceiling. A network of jute ropes, in the style of boat ropes, cross the false ceiling to increase the warmth of the takeaway with a simple but effective solution.



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