¿Qué puede haber más hermoso que un pequeño espacio en el exterior para reponer las energías, relajarse y disfrutar? Hasta en los rincones más pequeños de una terraza, un jardín, cada persona se puede “instalar” según sus preferencias y deseos.
De este modo, el exterior se convierte cada vez más en una “sala de estar verde”, se crean ambientes y se amueblan como si fueran una estancia dentro de la casa, sólo que sin techo.
Gracias a las últimas novedades en la decoración del baño, las terrazas y los jardines de las casas se convierten ahora en balnearios ajardinados. Fabricantes como Duravit no dudan en trasladar el placer de un balneario privado al aire libre gracias a sus bañeras y piscinas resistentes a la intemperie.
Una sinfonía de placer para cuerpo y mente
Las variantes para exteriores de las piscinas Sundeck y Blue Moon de Duravit combinan el cómodo diseño de las bañeras con una avanzada tecnología de balneario.
En el interior de la piscina, un sistema con tres circuitos ofrece relajación y convierte el espacio exterior en un spa privado. El núcleo lo constituyen el circuito “Emotion” y sus 24 jets “Durapearl”, situados en el fondo de las piscinas. Grandes burbujas de aire o miles de diminutas perlas ascienden desde el fondo de la piscina hasta la superficie creando una sinfonía de placer que acaricia suavemente el cuerpo.
El circuito “Power” utiliza unos jets de gran tamaño que propulsan un fuerte chorro de agua que masajea enérgicamente los músculos tensos. La potencia del chorro de masaje se regula directamente abriendo y cerrando el jet. Los masajes en los pies y la columna vertebral deben ser más suaves. De ellos se ocupa el tercer circuito. Sus jets realizan el masaje con un chorro más suave y parte de ellos giran para poder abarcar la mayor superficie posible.
El efecto de este “circuito Relax” es especialmente relajante y su amplitud hace que sea un complemento perfecto del “circuito Power”. Todos los circuitos pueden accionarse por separado o conjuntamente. El usuario puede controlar el programa de bienestar deseado mediante un mando a distancia estanco al agua.
La luz del LED de color fijo o los diversos programas, que abarcan desde una inmensa combinación de colores hasta una luz intermitente, dan una intensidad adicional al ambiente: tanto en la piscina como en el jardín al atardecer.
Superficies de madera resistentes a la intemperie y acolchados blancos
El revestimiento acrílico blanco o las distintas superficies de madera, como Wengé o Cerezo, convierten las piscinas en cómodos objetos decorativos que, además, se pueden cubrir con unas resistentes tumbonas acolchadas. Estos acolchados blancos, cosidos a mano, transforman las piscinas en amplias tumbonas y hacen que parezcan un solárium marítimo en un abrir y cerrar de ojos.
Para bañarse basta con retirar y plegar la tumbona, y para proteger las piscinas de los agentes atmosféricos, se incluye una lona que es muy fácil de colocar y retirar. La piscina está lista para bañarse en ella en cualquier momento del día, puesto que mantiene el agua a la temperatura constante deseada.
Las piscinas no necesitan una toma de agua permanente, ya que pueden llenarse sin problemas con la manguera del jardín. Gracias a todo ello, nada se interpone entre el usuario y el más absoluto placer.
Disfrute de los cálidos atardeceres veraniegos con sus familiares y amigos o deje vagar la mirada por el firmamento estrellado durante la noche. Esta cura al aire libre en un ambiente de reposo totalmente privado hará que se olvide rápidamente de las tensiones diarias.
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